Programas únicos e irrepetibles, diseñados exclusivamente para el tratamiento de la lesión medular y otras patologías neurológicas.
A diferencia de la fisioterapia tradicional esta terapia no intenta compensar para conseguir un movimiento, lo que busca es activar el sistema neuromuscular para recuperar movimiento por debajo del nivel de lesión. La actividad física intensa, mediante ejercicios repetitivos y de carga corporal, ha demostrado que mejora no solo la capacidad de permanecer sentado, de pie o marcha, también el alcance y agarre con los manos, aumenta la función cardiopulmonar, retrasa la pérdida de densidad ósea y mejora la función psicológica junto con la de la vejiga e intestinos en personas con lesión medular crónica, también ayuda a recuperar la movilidad por debajo de la lesión y con ella una mayor autonomía.
No pretende ser sustituta de la rehabilitación convencional, si no que se une a ella y va un paso más allá para alcanzar objetivos hasta ahora impensables.
En primer lugar serás evaluado en diferentes áreas. Todos los ejercicios de nuestros programas especializados se realizan fuera de la silla de ruedas, usando ejercicios estratégicos y agresivos diseñados para mejorar cada área y estimular el sistema nervioso de manera única.
Estos intensos programas de terapia física incluyen diferentes componentes:
Favorecemos el movimiento activo en lesiones neurológicas con el objetivo de recuperar la funcionalidad y favorecer la realización de actividades de la vida diaria, aún si el paciente no se encuentra en fase aguda realizando los estímulos apropiados se puede beneficiar en la terapia física.
La participación activa del paciente y familiares es fundamental para el éxito del programa.
La articulación temporomandibular (ATM) está formada por la articulación de la mandíbula y el hueso temporal del cráneo. Se localiza anterior al trago de la oreja, en el lateral de la cara. Tienes una articulación en cada lado de la mandíbula.
Algunas veces es difícil saber la causa exacta de la patología. Posiblemente una combinación de factores genéticos, artritis o lesiones en la mandíbula pueden ser los causantes de tu dolor.
Algunas personas que tienen dolor en la mandíbula tienden a apretar o rechinar los dientes (bruxismo), aunque alguna gente que aprieta o rechina los dientes nunca llegan a desarrollar disfunciones en su ATM.
Las disfunciones de la ATM incluyen diversos signos y síntomas:
Generalmente este dolor y incomodidad puede ser aliviado con tratamiento fisioterápico. La cirugía suele ser la última medida tras haber fallado los métodos conservadores.
Los objetivos del tratamiento fisioterápico son restaurar la función y movilidad, minimizar la rigidez y aliviar el dolor.
Relaja de la musculatura, disminuye el dolor crónico y agudo, aumenta la circulación sanguínea, disminuye hinchazón y hematomas y repara el tejido.
La mala postura en la vida diaria puede causar sobreestiramientos y tensiones musculares en músculos, ligamentos y articulaciones especialmente cerca de la mandíbula. Mejorando nuestra postura es posible prevenir o aliviar el dolor de cabeza, cuello y mandíbula.
El drenaje linfático manual es un tipo de masaje no invasivo y relajante que promueve el drenaje de la linfa desde partes del cuerpo a otras áreas que pueden drenar fácilmente.
Principalmente se utiliza para linfedemas y se puede realizar en días de cirugía. No desorganiza el tejido cercano a la cirugía.
Los nódulos linfáticos no afectados son tratados en primer lugar, llevando la linfa desde proximal a distal para drenar las áreas afectadas. Se comienza por el centro y cerca del cuello, los movimientos son completos, lentos, rítmicos y repetitivos usando una presión suave. Sin embargo, algunas veces será necesario profundizar y afirmar dichos movimientos.
Técnicas de respiración, movilización de extremidades y relajación pueden ser utilizadas en combinación con el drenaje linfático.
El drenaje linfático también puede utilizarse como tratamiento en cirugías con la intención de acelerar la recuperación y ayudar a disminuir la inflamación, reabsorción de hematomas y líquidos y eliminación de sustancias tóxicas.
Recibir el tratamiento antes de la cirugía ayuda a preparar el área para eliminar productos celulares residuales, bacterias, virus, exceso de proteínas y fluídos así como cualquier sustancia no deseada en tus células, principalmente limpia los tejidos.
Aunque este proceso sucede de manera natural, con el tratamiento se puede acelerar dicho proceso. Además reduce el riesgo de complicaciones secundarias a la cirugía como hinchazón, hematomas, infecciones y restricción del movimiento.
Por otra parte, recibirás un efecto relajante antes de la cirugía.
Después de la cirugía, la hinchazón es una parte normal y necesaria del proceso inflamatorio pero en exceso puede causar dolor, riesgo de infección, cicatrices, adherencias y disminución del rango de movilidad.
Por lo tanto, seis o más sesiones consecutivas después de la cirugía demuestran mejores resultados, no obstante, una o dos seguirán siendo beneficiosas.
La frecuencia del tratamiento dependerá de la operación y del paciente. Pueden ser necesarios consecutivos drenajes la primera semana tras la cirugía, los tratamientos disminuirán su frecuencia a medida que pase el tiempo.
Hay diversos tipos de masajes, el masaje terapéutico ayuda a liberar la rigidez articular y la tensión muscular, el dolor y los espasmos. El fisioterapeuta prestará especial atención a las lesiones que padeces. Este masaje está formado por diferentes técnicas que se utilizan en trastornos neuromusculares y musculoesqueléticos.
No es un masaje relajante, es más firme y la presión está dirigida para disminuir la rigidez o las áreas dañadas. Esta presión facilita que la sangre llegue a las zonas doloridas, libera el estrés y relaja la musculatura tensa.
Al final de la sesión te sentirás aliviado, sin embargo un masaje puede que no sea suficiente y en ocasiones será necesaria más de una sesión según los tensos que estén tus músculos.
Consiste en una evaluación integral del sistema artro-neuro-muscular del paciente y de sus capacidades funcionales. Con esta valoración se define la disfunción que presenta el paciente en los sistemas articular, muscular y nervioso, así como en otros sistemas relevantes; explicando la forma en que se relacionan con cualquier discapacidad o limitación funcional.
La intervención en terapia manual ortopédica está formada por diferentes técnicas entre las que se incluyen: el estiramiento muscular, la fuerza y la coordinación muscular, movilización del sistema nervioso, la manipulación y movilización articular lenta, estabilización tanto activa como pasiva y los ejercicios de resistencia, así como la situación funcional general del paciente. También es fundamental durante el proceso de intervención el auto-tratamiento por parte del paciente (un conjunto de estrategias terapéuticas que el fisioterapeuta instruye al paciente para que éste gestione su propio estado funcional y de salud general).
La fisioterapia traumatológica lleva consigo una valoración específica y un protocolo de tratamiento que engloba diversas patologías como: esguinces, fracturas, contracturas, luxaciones, degeneración articular, algias de espalda, cirugías, tendinitis, calcificaciones, prótesis, rotura de ligamentos, rotura de fibras o patología meniscal, entre otros.
Tiene como principales objetivos: aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la movilidad y funcionalidad.
La fisioterapia geriátrica nace como respuesta a las necesidades asociadas al incremento de la esperanza de vida. Los principios en este ámbito son facilitar la consecución o la mejora de la funcionalidad de las personas de la tercera edad tanto psicológicas como psicomotrices.
Los objetivos principales, teniendo en cuenta las capacidades residuales del paciente, son: aumentar rangos articulares funcionales, mantener y/o recuperar independencia físico-funcional en actividades de la vida diaria, trabajar la fuerza muscular, lograr un buen patrón de marcha y equilibrio, fomentar el envejecimiento activo y disminuir los síndromes postcaída y de inmovilismo.
La fisioterapia deportiva es una especialización dirigida a todas aquellas personas que realizan una práctica deportiva de forma regular, ya sea por salud, de manera básica o profesional.
Algunas patologías usualmente tratadas son:
Las actividades de la vida diaria (AVD) son aquellas áreas de ocupación que realiza la persona y le permiten integrarse de manera autónoma en el desempeño de su rol.
Existen actividades realacionadas con el autocuidado (aseo, alimentación, vestido) y otras que no son tan elementales como el cuidado de una mascota, realizar una llamada telefónica o tocar un instrumento musical.
Desde la terapia ocupacional valoramos cuales son aquellos hándicaps que interfieren en su realización y podemos ayudarte, bien restaurando o desarrollando nuevas habilidades, a que vuelvas a realizarlo de manera independiente.
Patologías musculares, articulares, post quirúrgicas, fracturas o cualquier patología neurológica tiene cabida en la terapia ocupacional.
Desde recuperación de la movilidad, fuerza, adiestramiento en actividades cotidianas, supresión de barreras arquitectónicas, entrenamiento en el uso de productos de apoyo y movilidad, realización de férulas, adaptación del hogar o modificación del entorno… todo ello con el fin de facilitar la independencia, el bienestar y la participación activa de la persona en todos los ámbitos de su vida y en la sociedad.
La terapia ocupacional trabajará recuperando, favoreciendo o adaptando aquellas áreas en las que tienen dificultad, de tal manera que puedan desarrollar un estilo de vida independiente, pleno y satisfactorio.
Desde la estimulación cognitiva intentamos prevenir, mantener, restaurar y compensar el deterioro de las habilidades de procesamiento. Entrenando áreas como la atención, concentración, orientación, percepción, memoria, lenguaje, praxias, razonamiento, funciones ejecutivas, entre otras y creando programas basados en la historia de vida de la persona con fin de facilitar su compromiso, adherencia y motivación.
Por su parte la estimulación sensorial, se basa en la aplicación controlada de estímulos mediante diferentes vías basada en ejercicios que incitan el desarrollo de todos los sentidos. Favorece la percepción de la persona y el estado de alerta en el medio que le rodea, utilizando habilidades residuales de los sentidos dañados. De ella se pueden beneficiar tanto niños como mayores, o patologías como ictus, parkinson o demencias, entre muchas otras, que hayan perdido o alterado sus capacidades sensoriales.
Clases completamente individuales para adaptarnos a tu historial clínico y problema específico con el fin de conseguir mejores beneficios y resultados.
El pilates es un sistema de entrenamiento físico y mental creado por Joseph Pilates en Alemania. A nivel de la rehabilitación, se sustenta sobre seis principios básicos que se aplican a todos los ejercicios:
Gracias a la práctica del pilates, se consiguen los siguientes beneficios:
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